Introducción. La memoria prospectiva es la capacidad para recordar las acciones que se han de ejecutar en el futuro. Diferentes investigaciones provenientes de la neuropsicología experimental intentan dilucidar los procesos neurocognitivos subyacentes a la memoria prospectiva basada en el evento, esto es, las acciones demoradas que tienen lugar en un contexto predeterminado, el cual asumiría el papel de clave externa y, por tanto, contribuiría al éxito en el recuerdo intencional.
Desarrollo. Tomando como referencia el dinamismo y la flexibilidad de la teoría multiproceso, los principales hallazgos han subrayado que el recuerdo prospectivo está influido, entre otros factores, por el tipo de clave. Así, cuando la señal es focal, la persona tiende a confiar en los procesos de recuperación espontánea. Por otro lado, cuando la señal es no focal, suele haber una tendencia a la monitorización. De forma paralela, los estudios en neuropsicología experimental han distinguido que la corteza prefrontal anterior y la red frontoparietal dorsal participarían en los procesos de monitorización de la señal. Por otro lado, la red frontoparietal ventral intervendría en los procesos de recuperación automática. Se discute además el papel del lóbulo parietal y el lóbulo temporal medial en las tareas prospectivas.
Conclusión. El presente trabajo aboga por que las dos vías de procesamiento (monitorizado y espontáneo) favorecen el éxito en el recuerdo de la acción intencional basada en el evento. No obstante, conviene tener muy en cuenta que el momento en el que la persona decide poner en marcha un tipo de procesamiento (u otro) está influido por el tipo de señal.
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